Hernán Antonio Vásquez Escorcia, de 25 años, patrullero de la Policía adscrito a la Estación El Silencio, el día anterior estaba en casa de unos familiares en el municipio de Malambo y allí fue asesinado por sicarios en moto.

En el hecho, un menor de 13 años, de nacionalidad venezolana, recibió una bala ‘perdida’ en el tobillo izquierdo. 

Por su parte, el policía, quien estaba de permiso, recibió un balazo en el brazo izquierdo con trayectoria de tórax del mismo lado y otro balazo en el tórax lado derecho. 

Los hechos ocurrieron en la esquina del colegio Juan XXIII, en el mismo barrio que lleva ese nombre del municipio de Malambo. 

La información que está manejando la Policía indica que el hermano del uniformado tiene problemas con una persona a quien apoda como ‘El Gordo’, quien reside en el barrio San José.

De igual manera, por el barrio Juan XXIII rondaban en moto alias ‘Estrellita’ y ‘Gringo’, quienes trabajarían para el ‘Gordo’. 

En ese momento Hernán Antonio salió de la casa de sus familiares a hacer una diigencia a la esquina del colegio cuando presuntamente ‘Estrellita’ y ‘Gringo’ se le acercaron y le dispararon. 

En medio del ataque sicarial, un menor de 13 años que iba pasando recibió la bala ‘perdida’.

La Policía Metropolitana conformó un equipo especial para que el crimen del uniformado no quede en la impunidad.

Hernán Antonio tenía 5 años y seis meses en las filas de la Policía.